El tenista nacional Duilio Beretta y el ecuatoriano Roberto Quiroz dijeron que se han merecido el título de campeones del dobles júnior de Roland Garros con el que cumplieron un sueño que ahora quieren disfrutar "con los pies en la tierra".
"Sentimos mucho que lo merecimos", dijo flamante Beretta mientras sujetaba la bandeja que le acredita como campeón de un Grand Slam, sentado junto a su amigo y compañero Quiroz, quien explicó que siempre tratan de "poner los pies sobre la tierra y de seguir jugando" y divirtiéndose.
Para los ganadores, la final fue un partido "fácil en el marcador pero apretado" en la cancha, en el que la clave estuvo en su buen servicio y en su altísima efectividad.
"En el último punto no gritamos nada. Ni siquiera me salió la voz por la boca. Simplemente nos abrazamos", comentó Beretta, que aseguró que ambos están muy felices porque llevan "pensando en esto desde muy chicos".
Quiroz se mostró además especialmente contento porque en Ecuador "el tenis está empezando a darse más".
"De eso es de lo que se trata, de intentar seguir adelante y darle alegrías al país", explicó el jugador, que coincidió con Beretta en dedicar el trofeo a la familia, entrenadores y aficionados que les ha apoyado.
Ambos tenistas trasladaron un guiño especial a la madre del ecuatoriano, Pilar Gómez Quiroz, que les ha acompañado durante todo el torneo.
"Los dos son como mis hijos. Imagínate, a Duilio le conozco desde que tenía 12 años y empezó a jugar con Roberto", explicó sonriente.
"Sentimos mucho que lo merecimos", dijo flamante Beretta mientras sujetaba la bandeja que le acredita como campeón de un Grand Slam, sentado junto a su amigo y compañero Quiroz, quien explicó que siempre tratan de "poner los pies sobre la tierra y de seguir jugando" y divirtiéndose.
Para los ganadores, la final fue un partido "fácil en el marcador pero apretado" en la cancha, en el que la clave estuvo en su buen servicio y en su altísima efectividad.
"En el último punto no gritamos nada. Ni siquiera me salió la voz por la boca. Simplemente nos abrazamos", comentó Beretta, que aseguró que ambos están muy felices porque llevan "pensando en esto desde muy chicos".
Quiroz se mostró además especialmente contento porque en Ecuador "el tenis está empezando a darse más".
"De eso es de lo que se trata, de intentar seguir adelante y darle alegrías al país", explicó el jugador, que coincidió con Beretta en dedicar el trofeo a la familia, entrenadores y aficionados que les ha apoyado.
Ambos tenistas trasladaron un guiño especial a la madre del ecuatoriano, Pilar Gómez Quiroz, que les ha acompañado durante todo el torneo.
"Los dos son como mis hijos. Imagínate, a Duilio le conozco desde que tenía 12 años y empezó a jugar con Roberto", explicó sonriente.
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